Hay un límite a la maldad que el Señor permitirá en el mundo antes de tomar una acción decisiva, y ese umbral se ha alcanzado. Los juicios de Dios están siendo derramados y seguirán aumentando hasta que la señal del Hijo del hombre dé paso al Hijo del hombre mismo. Jesús dijo que el tiempo del fin sería como en los días de Noé.

Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. (Mateo 24:37)

Para entender lo que Jesús estaba comunicando con esto, es necesario mirar hacia atrás a la experiencia de Noé y compararla con la nuestra. Cuando lo hagamos en las páginas siguientes, te sorprenderán los paralelismos que se hacen evidentes. Esto reconfirma que estamos en los tiempos a los que Jesús se refería. Vivimos en un tiempo de decisión, cuando discernir el tiempo de nuestra visitación es de importancia crítica, para evitar que seamos consumidos por la destrucción de fuego que ya se está apoderando del mundo.

El día del Señor

La destrucción del mundo es registrada en las profecías bíblicas sobre el día del Señor. Se refiere a un terrible período de destrucción generalizada y angustia que finalmente conduce a una conflagración de fuego cuando Jesús venga a rescatar a Su pueblo fiel de la agitación abrumadora, para que no perezcan también en ella.

Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. (2 Pedro 3:10)

Muchos cristianos dedican poco o ningún tiempo a entender las profecías sobre este tiempo, a menudo porque creen que no es relevante para ellos ya que Dios los arrebatará sin tener que soportar este tiempo de tribulación. Pocos consideran que los caminos de Dios son más elevados que los nuestros, y deberíamos considerar humildemente la posibilidad de que nuestras expectativas no se cumplan como creemos. Esa es una forma de presunción.

Cristo identificó los días de Noé como un tipo para el fin, y Noé soportó la destrucción del mundo por un diluvio, pero dentro de la seguridad del arca. Del mismo modo, Dios ha proporcionado un arca moderna de la fe, donde todos Sus hijos fieles pueden permanecer con seguridad a través del tiempo señalado de Su indignación contra el mundo malvado, hasta que Su obra esté hecha.

Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. (Isaías 26:20)

Así como Noé preparó raciones para una larga estancia en el arca, el Señor ha mostrado que también sería necesario un período de racionamiento para este tiempo. Esto está simbolizado por porciones de aceite que Sus hijos deben preparar para un tiempo de necesidad, como en la parábola de las diez vírgenes, para evitar caer en los engaños de Satanás y resistir durante ese tiempo:

porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? (Apocalipsis 6:17)

Como la porción de maná guardada en el arca del pacto, el Espíritu Santo, en forma de paloma, llena nuestra vasija de reserva—la señal del Hijo del hombre—con estas porciones.^[1] La paloma lleva una ramita de olivo, que representa el aceite del Espíritu y lleva la promesa de una tierra purificada que pronto podrá ser habitada como en el tiempo de Noé.

Oculta entre las Sombras de los sacrificios, el Señor dio la duración que tendrían esas porciones sustentadoras. Jesús enseñó que los días de Noé corresponden a la venida del Señor, por lo que deberíamos ser capaces de ver cómo la señal del Hijo del hombre relaciona estos dos eventos con las raciones para el día del Señor.

A medida que estudiamos la Palabra de Dios, Él nos guía paso a paso, mejorando siempre nuestra comprensión de Sus profecías. Tenemos un marco de referencia limitado, y a menudo nos perdemos gran parte de la profundidad de la verdad de Dios.^[2] Por lo tanto, es necesario que reestudiemos ciertos temas a medida que crece nuestra comprensión de Su Palabra. Mucho es abarcado por la expresión, "el día del Señor".

La manifestación de la ira de Dios

En primer lugar, como hemos señalado antes, el día del Señor se presenta a menudo en combinación con otra expresión que puede no ser idéntica al 100%. Esto permite cierto grado de flexibilidad.

Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos ha llegado. (Isaías 63:4)

El estilo poético hebreo de “rima temática” es claramente evidente aquí, por lo que entendemos que el “día” del Señor representa un año.^[3] Pero en este pasaje, la venganza de Dios se presenta en el contexto de pisar el lagar,^[4] que apunta a un tiempo después de que la ciudad santa del pueblo de Dios sea arrebatada.^[5] En otras palabras, el año de Sus redimidos aparentemente concluye antes del día profético (un año literal) de Su venganza.

A la luz de esto, vemos que el año del 27 de mayo de 2023 al 27 de mayo de 2024, del que escribimos antes, parece estar mejor conectado con el año de los redimidos. Esto sugiere que el año de la venganza está desplazado del año de los redimidos, y concluiría con el ardor de la ira de Dios de la cual los redimidos son librados.

El 21 de junio de 2023, El faro de la ira de Dios (el sol) flameaba como una antorcha en la mano de Orión, y activó la señal del Hijo del hombre. En este escenario del fin, la siguiente escritura que describe la acción del sacerdote que concluyó el Día del Juicio (Yom Kippur) comienza a cumplirse:

Y el ángel [Orión] tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto. (Apocalipsis 8:5)

Exactamente siete días después, el 27/28 de junio, como en el tiempo después de que Noé y su familia fueron encerrados en el arca y esperaron, la “lluvia” de carbones ardientes comenzó a caer en forma de disturbios explosivos en Francia. La ira se sintió primero en Francia, donde las raíces humanistas de la Revolución Francesa^[6] están dando su amargo fruto. Aunque la Iglesia ha cometido muchos errores, la rebelión contra Dios y Sus leyes no es la solución, sino una receta para el fracaso, porque es la ley de Dios la que está en la base de la verdadera moralidad y de una sociedad funcional.

El humanismo—acogido ahora por las Naciones Unidas y la mayoría de los que mueven los hilos del mundo—es el intento del hombre de gobernar según su propia razón, pero los resultados conflagratorios pueden verse ahora claramente. Está claro que las horribles escenas de destrucción en muchas ciudades francesas a causa de los alborotadores se extenderán por todas aquellas naciones en las que imperan los valores humanistas que subyacen a la cultura woke actual y a la igualdad sin discriminaciones. Los violentos alborotadores son descritos en la Biblia como un castigo de Dios por la obstinada persistencia del hombre en su rebeldía:

Enviaré, pues, sobre vosotros hambre, y bestias feroces que te destruyan; y pestilencia y sangre pasarán por en medio de ti, y enviaré sobre ti espada. Yo Jehová he hablado. (Ezequiel 5:17)

El comportamiento violento de los animales salvajes es una comparación apropiada con el de estos alborotadores. Cuando la sociedad no muestra discriminación, aquellos a los que llaman iguales destruirán indiscriminadamente todo lo que tenga valor a su alrededor, incluso para su propio daño, como animales enfurecidos. A menudo, los alborotadores inmigrantes proceden de países asolados por la guerra, donde han sido afectados con multitud de barbaridades y pueden haber sido adoctrinados con el islamismo radical.

Desde 2015, el Señor señaló las políticas de inmigración de puertas abiertas de las naciones occidentales igualitarias como una causa que condujo a una gran afluencia de inmigrantes no cristianos en sus territorios como un caballo de Troya gigante. Ahora, como han dicho muchos profetas, “el enemigo ya está entre vosotros”. Muchos de los que fueron acogidos no eran amigos de los cristianos, y los informes de ataques de inmigrantes musulmanes contra la población cristiana se hicieron cada vez más frecuentes.

De hecho, el mundo ha estado probando la eficacia de las leyes humanistas del hombre, pensando que son un sistema de gobierno mejor que la ley de Dios, pero ahora están cosechando los resultados. La iglesia pura de Dios huyó de la gran persecución de la Edad Media por parte de la iglesia apóstata, pero ahora necesita de nuevo ayuda para ser liberada de los planes de Satanás contra ella:

Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua [gente] como un río, para que fuese arrastrada por el río. Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. (Apocalipsis 12:15-16)

Vimos cómo se cumplió este pasaje, señalando la zona geográfica precisa de donde surgiría la ayuda para la iglesia fiel. La ayuda es en forma de la señal del Hijo del hombre, que representa la protección que Dios da a Su pueblo fiel mediante el conocimiento de la revelación del tiempo de la visitación del Señor. En estas aguas turbulentas, el Señor proporciona un arca de estabilidad en la que podemos encontrar seguridad frente a la confusa cacofonía de ideas contradictorias que pretenden eludir el sacrificio.

En referencia a Noé, tenemos que estar seguros de no aplicar el tipo de una manera que no tenga sentido para el fin. Noé vio la destrucción del mundo a partir de cuarenta días de lluvia seguidos de un largo período mientras la tierra se asentaba hasta que su familia pudo repoblarla. Sin embargo, en el ardiente fin del mundo del que nos librará el arca celestial del Señor, las plagas y la destrucción siguen aumentando en intensidad hasta el momento de la liberación.

En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. (Daniel 12:1)

Por lo tanto, se puede concluir que cuando Jesús dijo “como en los días de Noé”, se estaba refiriendo a “los días” de Noé más que a la naturaleza exacta de las circunstancias del diluvio durante aquellos días. En otras palabras, debemos prestar mucha atención a cómo se aplican los días de Noé, mientras que el descenso de las aguas y el cese de la destrucción no eran los aspectos que Jesús estaba comparando. Lo que resulta es una cronología de hitos en el camino hacia el fin del mundo que marcan acontecimientos clave que contribuyen a la destrucción de la Tierra.

Dicho esto, el significado del arca de Noé exige que el corolario del fin de los tiempos también nos lleve del mundo viejo y corrupto a uno purificado. Por lo tanto, debe abarcar todo el abismo milenario, porque si bien se profetiza que la tierra será destruida en este lado del milenio, no será hasta el juicio final después del milenio que el proceso de purificación se complete finalmente. Esto se capta en la visión de Jeremías, donde Dios compara la destrucción de Jerusalén con el fin del mundo, aunque reconoce que todavía no es el final completo.

Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz. Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Miré, y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido. Miré, y he aquí el campo fértil era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante de Jehová, delante del ardor de su ira. Porque así dijo Jehová: Toda la tierra será asolada; pero no la destruiré del todo. (Jeremías 4:23-27)

La manifestación de la ira de Dios contra los malvados resulta en una condición en la tierra comparable a la que había antes de que Él creara la vida en ella, y por lo tanto es necesaria una nueva creación antes de que pueda ser repoblada. La aplicación en el tiempo del fin de los días de Noé debe extenderse hasta ese tiempo de recreación.

La trama del diluvio

Nuestra tarea parece sencilla: aplicar los días de Noé, tal y como aparecen en el libro de Génesis, al tiempo de la venida de Jesús, para discernir los hitos que el Señor señala en nuestros días y comprender su significado. Sólo hay un desafío. Existen dudas sobre la cronología de los acontecimientos y las transiciones que tuvieron lugar durante el diluvio. Por lo tanto, para entender cómo se aplica la cronología, primero debemos entender la cronología en sí, y esto requiere una cuidadosa atención a los detalles en el registro del Génesis.

Embarcarse en este estudio proporcionará una comprensión mucho más sólida del tiempo que resultará una bendición al reconocer otra razón por la que Jesús señaló los días de Noé en relación con el fin. En esta sección, te invitamos a participar en una breve consideración de detalles clave relacionados con la cronología del diluvio.

Debemos evitar la tentación de suponer cosas que pueden parecer lógicas pero que, en última instancia, pueden no ser ciertas. Sorprendentemente, al final verás cómo los cielos también confirman la lectura correcta del relato, que se desprende de la lógica y de la estricta adhesión a la Palabra de Dios. Repasemos ahora el relato para estar preparados para comprender cómo la orden de Jesús de mirar hacia arriba proporcionará un segundo testimonio de la aplicación de los días de Noé a nuestro tiempo.

El relato comienza en Génesis 7:4-10, donde se especifica que transcurrieron siete días desde que Noé entró en el arca y recibió a los animales hasta que las aguas del diluvio cayeron sobre la tierra:

Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra. (Génesis 7:10)

La fecha se registra en el versículo siguiente como el día diecisiete del segundo mes del año bíblico.^[7] 

El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas (Génesis 7:11)

En el resto del capítulo, la Biblia nos dice cuánto tiempo cayó la lluvia y brotaron las fuentes del abismo para inundar la tierra, así como cuánto tiempo prevalecieron las aguas sobre la tierra:

Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra. (Génesis 7:17)

Y prevalecieron [Concordancia de Strong: “ser fuerte”] las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días. (Génesis 7:24)

Es al final de los cuarenta días cuando tenemos nuestra primera transición clave durante la experiencia de Noé en el diluvio. Dejó de llover y, como en cualquier tormenta, los ríos crecen mientras llueve, pero cuando deja de llover, los ríos vuelven a bajar. Esto es cierto, especialmente cuando hay poco escurrimiento de la tierra, y en el caso de Noé, no había tierra que no estuviera inundada, por lo que las aguas habrían comenzado a bajar inmediatamente una vez que la lluvia cesó, tal como está registrado:

Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida. Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días. (Génesis 8:2-3)

Observa que hay dos menciones de 150 días. Estas se refieren a diferentes períodos, y debemos tener cuidado de no hacer suposiciones, ¡sino mirar exactamente lo que dice el texto! El primer período debe contarse desde el comienzo del diluvio, porque el versículo siguiente no da tiempo a que haya comenzado al final de los cuarenta días:

Y reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat. (Génesis 8:4)

Pero a partir de aquí es donde la mayoría hace una suposición falsa al determinar esta cronología. Ellos añaden el segundo lapso de 150 días a esta línea de tiempo en lugar de considerar los detalles de lo que la Biblia dice acerca de cuándo debe comenzar.

Más bien, nota que las dos menciones de 150 días están en relación con diferentes aspectos del diluvio. En el primer caso, las aguas “prevalecieron,” o fueron “fuertes” o “poderosas” sobre la tierra durante 150 días (Génesis 7:24) mientras el arca flotaba libremente. En el segundo caso, se trata de un aspecto diferente que marca el tiempo en que las aguas decrecieron gradualmente, es decir, desde el momento en que cesaron la lluvia y las fuentes hasta que las aguas “disminuyeron” (Strong’s: “faltaron” o “disminuyeron”;(Génesis 8:2-4). Teniendo esto en cuenta, nuestra línea de tiempo es la siguiente:

Es importante comprender que el relato está escrito de forma temática y no estrictamente cronológica, como podríamos inclinarnos a enfocarlo con nuestra mentalidad occidental. El capítulo 7 describe el comienzo del diluvio y el momento en que las aguas prevalecieron más que la tierra, terminando cuando el arca se detuvo. A continuación, el capítulo 8 comienza con el relato de la disminución de las aguas (vs. 1-3), que empezaron a decrecer desde el final de los 40 días de lluvia. Este período termina sin ningún acontecimiento natural concreto, sino que parece que Noé se limitó a contar el mismo número de días que prevaleció el agua después de que cesara la lluvia, para juzgar cuándo sería razonable abrir la ventana, tras lo cual empezó a enviar las aves, como veremos a continuación. Observa la simetría confirmatoria:

Continúa con la historia de los pájaros, que podríamos inclinarnos a creer que sigue después de que se vieron las cimas de las montañas, excepto que cuando consideramos los detalles de la historia, vemos que no puede ser así. Es la siguiente historia que comienza, pero debe haber empezado antes de que terminara la historia de las aguas decrecientes, porque la paloma no encuentra tierra en la cual descansar, a pesar de que esta parte de la historia se cuenta después de que se dijera que se habían visto las cimas de los montes en el versículo 5.

Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra. Entonces él extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca. (Génesis 8:9)

Habiendo contado 150 días de aguas altas hasta que el arca se detuvo, Noé esperó el mismo tiempo que las aguas ascendían al principio—40 días—pero cuando abrió la ventana, no pudo ver tierra. Sin embargo, los pájaros pueden ir mucho más lejos de lo que él sería capaz de ver y podrían informar la evidencia de encontrar tierra. La historia de Noé enviando las aves es ampliamente conocida, incluso por aquellos que están familiarizados con pocas historias bíblicas, pero no todos los detalles son bien entendidos. Nos maravillaremos al levantar la vista y reconocer cómo estos detalles están plenamente representados en los cielos.

Hay que prestar mucha atención a los detalles para discernir el momento adecuado registrado en el relato, así como la propia historia. Ayuda ponerse, lo mejor que se pueda, en la piel de Noé, teniendo en cuenta que en aquella época no estaban tan inquietos y necesitados de estímulos como nosotros en nuestra acelerada sociedad actual. Con demasiada frecuencia leemos la Biblia a través de la lente de la cultura moderna, en lugar de intentar situarnos en el escenario en el que fue escrita. Así, cuando leemos que Noé abrió la ventana y envió a los pájaros, tendemos a pensar que todo ocurrió en un solo día, quizá porque así es como lo haríamos nosotros.

Sucedió que al cabo de cuarenta días abrió Noé la ventana del arca que había hecho, y envió un cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra. Envió también de sí una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra. (Génesis 8:6-8)

No se menciona aquí el tiempo que transcurrió entre estos acontecimientos después de los 40 días. Pero un pequeño detalle, a menudo pasado por alto, que se relata después de que la paloma regresa con las garras vacías, arroja luz sobre ello:

Esperó aún otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del arca. (Génesis 8:10)

Esta es la primera mención de tiempo desde que abrió la ventana, pero la forma en que se expresa es reveladora. El uso de la palabra “otro” antes de los siete días implica que no se trata de los primeros siete días de la secuencia. Además, no se trata sólo de “otro”, sino de “aún otro”. Si se tratara del segundo suceso de los siete días, se diría simplemente “otro”, pero decir “aún otro” implica que se trata de una serie continua de al menos dos sucesos anteriores.^[8] Por lo tanto, vemos que Noé esperó entre cada acción.

Después de los 40 días, abrió la ventana y buscó señales de tierra. Al no ver ninguna durante siete días, envió al cuervo a buscar lejos y en direcciones fuera de su vista. Los cuervos suelen anidar en zonas elevadas, como acantilados. Esto podría explicar por qué el cuervo no estaba satisfecho, sino que salía y volvía regularmente hasta que la tierra estaba seca. Esto parece sugerir que no había nada en la región lo suficientemente alto como para que el cuervo pudiera anidar.

y envió un cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra. (Génesis 8:7)

Luego, al cabo de otros siete días, envió una paloma. Estas aves a veces anidan en el suelo si es necesario, por lo que sería más probable que revelara si había algún lugar bajo expuesto. Pero aun así no encontró ningún lugar donde posarse. Las aguas seguían por encima de las cimas de las montañas. La paloma no regresó hasta pasados otros siete días con una ramita de olivo como prueba de que las copas de los árboles empezaban a ser accesibles, pero aún no eran adecuadas para anidar. Esta imagen icónica ha quedado grabada para siempre en la sicología de la humanidad, e incluso tiene un lugar en la señal del Hijo del hombre, que significa paz con Dios y descanso del trauma del pecado. El arca en el cielo lleva consigo la misma promesa de viaje seguro a través de la destrucción violenta hasta llegar a la tierra prometida. Después de la cuarta semana desde que Noé abrió la ventana, la paloma encontró un lugar para anidar. Sólo después de esta serie de pruebas, las cimas de las montañas se hicieron visibles para Noé.

Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo; en el décimo, al primero del mes, se descubrieron las cimas de los montes. (Génesis 8:5)

Después de estas pruebas, los marcadores de tiempo restantes no se cuentan por días, sino que se dan según la época del año, ya que entonces podía observar los cuerpos celestes.

Con la línea de tiempo completa, es tiempo de aplicarla a nuestros días, lo cual incluirá una maravillosa revelación mientras miramos hacia arriba con entendimiento de Su tiempo.

Nuestra estancia en el Arca

Para aplicar la línea de tiempo al presente, necesitamos conocer la posición exacta de cada marcador en términos de días. Se trata de un proceso bastante sencillo, ya que comprendemos cuándo deben comenzar, pero hay un detalle que debemos revisar. Hay recuentos de días desde la entrada de Noé en el arca hasta que la paloma encontró reposo, pero el resto de la línea de tiempo se expresa en términos de fechas. ¿Es esto significativo para nuestra aplicación al tiempo de la venida de Cristo?

La Biblia deja claro que Noé seguía reglas calendáricas diferentes a las que Dios estipuló para los judíos mucho más tarde. Esto se puede ver en la fecha del calendario que se da para el comienzo y el final de los primeros 150 días:^[9] 

La única manera de que ambas fechas coincidan con el día 17 del mes es que cada uno de los cinco meses tuviera exactamente 30 días de duración (5 × 30 = 150). Esto concuerda con la interpretación histórica de los calendarios en uso en aquella época, como el que habría utilizado Noé.^[10] En total, por tanto, el diluvio de Noé duró 370 días, tras lo cual su familia dejó el arca:

¿Podría ser que “los días de Noé” se refieran a los días contados hasta que la paloma se fue para siempre, mientras que las fechas que abarcan todo el año (más) de la línea de tiempo del diluvio deben ser especificadas proféticamente de otra manera? Hay indicios en el cielo y en la tierra de que esto es así. En el cielo, el “arca” en la que hemos de entrar mediante la fe es la señal del Hijo del hombre, y en esa arca está la paloma que representa al Espíritu de Dios, la constelación de Columba.

Como escribimos en El arca del pacto está abriéndose, la paloma representa la vasija de maná que Moisés guardó dentro del arca del pacto. Era una sola porción de la provisión diaria de Dios para Israel durante su peregrinación por el desierto, mientras eran conducidos fuera de Egipto a la Tierra Prometida. Nosotros, también, estamos siendo guiados fuera del Egipto terrenal a la Tierra prometida celestial, y el Señor nos está mostrando que hay un recipiente de la provisión espiritual de Dios para una porción profética de un día para proveer por nosotros a través del desierto de la destrucción del mundo y el milenio. ¿Dónde podríamos averiguar cuánto durará exactamente ese recipiente de provisión espiritual?

La respuesta proviene de los sacrificios de otoño del tabernáculo del desierto. Las fiestas de primavera señalaban los acontecimientos que rodearon el sacrificio del Señor en el año 31 d.C., y delineaban un tiempo crítico para los discípulos de Cristo desde las escenas cruciales al final de Su vida hasta que Él les enviaría Su Espíritu Santo en Pentecostés. Del mismo modo, los sacrificios de otoño delinean un tiempo crítico al final de la historia de la tierra durante el profético gran día del Señor.

De hecho, los sacrificios de otoño apuntan a un período de 372 días. Esto es sólo 2 días más que los 370 días del diluvio de Noé. Esta debe ser la medida para el lapso de tiempo total para el día de la venganza del Señor, que ejecuta contra Sus enemigos, al tiempo que lleva a Su pueblo sano y salvo a la tierra de la promesa. Es la medida exacta de la porción de un día de maná que se almacenó en el arca del pacto, y se refleja en la señal del Hijo del hombre, que fue activada el 21 de junio de 2023 por el faro de la ira en la mano de Orión en el ecuador galáctico.

Así, en lugar de un marco de tiempo total de 370 días como tuvo Noé, el Señor ha indicado proféticamente que el día del Señor, durante el cual la tierra será destruida por el fuego, es de 372 días. Entonces la iglesia triunfante podrá salir a la tierra hecha nueva—la tierra anti típica de la promesa de Dios. ¿Qué encontramos cuando aplicamos esta línea de tiempo?

Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta. (Génesis 7:16)

Comenzando el 21 de junio de 2023, cuando la mano de Orión fue activada, simbolizando al Señor que cerró la puerta del arca de Noé después de que todos habían entrado, contamos los primeros siete días hasta el 27 de junio de 2023. Fue en la noche después de ese fatídico día cuando la “lluvia” de furia ardiente comenzó a caer simbólicamente en Francia cuando los refugiados bienvenidos comenzaron su trabajo de destrucción, exponiendo el punto de fracaso de las políticas modernas de inmigración. La avalancha de muchos pueblos con creencias incompatibles con los principios cristianos que han bendecido a Occidente con paz y prosperidad está demostrando abrumar a las naciones apóstatas.

Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. (Apocalipsis 17:15)

La parte principal de ese día hebreo fue el 28 de junio de 2023, el aniversario de los disturbios de Stonewall que celebran la confusión de identidad sexual que contribuyó de manera similar a la decisión de destruir el mundo en los días de Noé. Cuando uno se rebela contra su género genéticamente asignado, desafía a su Creador y a Su obra, y sin arrepentimiento, quedará abandonado a sus propios intentos inútiles de salvarse cuando la destrucción le abrume.^[11] Esto no es sólo en relación con los individuos transgénero, sino con todos los que tratan de vivir de acuerdo con los insostenibles principios de sostenibilidad de la ONU que permiten el pecado, por destructivo que sea, y niegan la capacidad de decir la verdad sobre asuntos obvios que se han vuelto extrañamente controvertidos en nuestro confuso mundo.

Antes de ver los detalles de la cronología del diluvio que siguen, veamos cuánto durará la vasija de maná en el arca celestial. Desde este comienzo del 27/28 de junio de 2023, la duración total de 372 días nos lleva al 3 de julio de 2024. Esto abarca el vasto abismo entre el fin de este mundo temporal en la conclusión de la señal del Hijo del hombre, y el comienzo de la presencia de los redimidos en el reino eterno.

Si no has leído La iglesia triunfante, ahora es el momento de seguir el enlace y hacerlo, porque explica cómo el juicio milenario de 1000 años se confirma con una serie de eventos celestiales independientes que coinciden con la descripción bíblica antes y después del milenio. Además, basándonos en la línea de tiempo postmilenial presentada allí, podemos ver que la colocación de las 372 porciones diarias siete días después de que Orión sea destacado como cerrando la puerta del arca el 21 de junio de 2023, ¡está en perfecta alineación!

Así, tenemos otro testigo más de la veracidad de esta línea de tiempo del fin del mundo. Dios no da una sola pieza de evidencia para un evento tan trascendental, sino que construye nuestra confianza en que estas cosas de hecho apuntan al Segundo Advenimiento de Jesucristo, porque hay múltiples testigos independientes.

• Los eventos celestiales que siguen precisamente 1000 años después del esperado rapto,^[12] confirmando las profecías bíblicas apropiadas para ese tiempo, lo cual no se esperaría si el comienzo de los 1000 años no fuera el tiempo del rapto.

• Los diversos aspectos de la Señal del Hijo del hombre que todos reiteran que está etiquetada correctamente, y por lo tanto apunta de hecho a la venida de nuestro Rey en gloria. Aquí están algunas de las principales características que se representan en la señal del Hijo del hombre:

  • La señal de Jonás que representa a la gran pez en cuyo vientre está representado Jonás (y por extensión, el Señor).^[13] 

  • La firma alfa y omega de Jesús.

  • El nuevo nombre y sello de Jesús y del Padre.

  • Las siete iglesias del Apocalipsis, que representan Su cuerpo, y el recorrido por el santuario para restaurar su Primer Amor.

  • El oído que deben tener los miembros de las siete iglesias para oír al Espíritu.

  • La visión de Zacarías 4 que representa a dos olivos vaciando su aceite en un recipiente a través de dos tubos, que luego se distribuye a otras siete lámparas.

  • El arpa que tocan los arpistas del fin de los tiempos, así como sus diez cuerdas, que son...

  • Los diez mandamientos que la iglesia guarda, estando escritos en su corazón.

  • El arca del pacto, con su contenido de la vara de Aarón, la vasija del maná, y las dos tablas de piedra.

  • El árbol de la vida, cuyas hojas son para la sanidad de las naciones, formado por el cometa del Tiempo.

  • La cosecha final y la separación del trigo y la cizaña, así como de las ovejas y las cabras.

  • La escena del bautismo del Señor y la de Su pueblo.

  • El reino de Dios y la representación de Sus enemigos convertidos en el estrado de Sus pies.

  • Y una más, que será el tema del próximo artículo.

• Los 120 años de construcción del arca corresponden al año 1902-1903, que fue un tiempo en que el Espíritu viviente de profecía todavía estaba con la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la cual fue fuertemente reprendida por aceptar sentimientos panteístas en el material de publicación, lo cual fue caracterizado como una “apostasía alfa” por la cual seguiría una sorprendente “omega” la cual se ve hoy en día.

• La duración para estar a bordo del arca del fin de los tiempos que aquí se presenta, basada en los servicios de sacrificio del antiguo Israel, conecta el faro de la ira contra el viejo mundo (actual) con la posesión de la tierra hecha nueva, y representa la única manera de cruzar al reino eterno de Dios.

En esta tarea, a veces nos familiarizamos tanto con las cosas fenomenales que el Señor revela de Su poder, que no les damos su debido peso de gloria. Cada uno de estos puntos representa un conjunto de acontecimientos inimaginablemente improbables, tanto celestiales como en los asuntos de la humanidad, conectando ambos con el cumplimiento de las Escrituras (especialmente apocalípticas). ¿No hay pruebas sustanciales y sólidas sobre las cuales basar nuestra fe?

En La iglesia triunfante, compartimos cómo exactamente un milenio después de la señal del Hijo del hombre, las escenas finales del gran conflicto entre el bien y el mal se representan en el cielo hasta la erradicación final del pecado. Luego, durante la semana de la creación de la nueva tierra, el sol sigue el mismo camino donde estaba en el año 31 d.C., cuando Jesucristo fue crucificado, recordándonos que nuestro prometido hogar eterno es posible gracias a lo que Jesús hizo en aquel momento. Observa la fecha en la que se completa esa nueva creación en este gráfico que compara el momento de la pasión de Jesús con la semana de la nueva creación en el año 3024 d.C.:

El último día de la nueva creación sería el 3 de julio de 3024. Ten en cuenta que, como explicamos en ese artículo, un viaje de siete días a través de las estrellas lleva a los redimidos a través de exactamente 1000 años. Así, los 1000 años se experimentan como una mera semana. Por lo tanto, aunque los santos llegarán al 3 de julio de 3024 contando desde el 28 de junio de 2023, al comienzo de la línea de tiempo de Noé en nuestros días, habrán experimentado el transcurrir de los días como si fuera el 3 de julio de 2024. Y ese es precisamente el último día—el día 372—del maná que el Señor preparó en el arca celestial para estos últimos días. Al comenzar el día siguiente—el séptimo día de descanso para la nueva creación—los redimidos podrán desembarcar de su arca, la Ciudad Santa, y participar del fruto de la Tierra Nueva.

Hitos hacia el fin

Ahora es el momento de volver a visitar el comienzo del diluvio de los últimos tiempos del fuego destructor del Señor. Después de que Noé fue encerrado en el arca, hubo lluvia durante 40 días antes de que la violencia de la ira del Señor se derramara por completo y se detuviera. Entendiendo que la lluvia en la aplicación del tiempo del fin marca el 28 de junio de 2023, podemos continuar desde allí, teniendo en mente que esta línea de tiempo provee puntos de referencia, más que eventos directamente comparables con el tiempo del diluvio. Sin embargo, se verá que hay detalles en los eventos terrenales que indican una correlación con los eventos correspondientes de los días de Noé.

Continuando cuarenta días desde el 28 de junio, la línea de tiempo de Noé apunta al 6 de agosto de 2023. Además de ser el aniversario de la bomba atómica sobre Hiroshima, fue cuando el altar hawaiano de Elías se secó, creando las condiciones para que prendiera el terrible incendio de Maui, avivado por los fuertes vientos en las inmediaciones del huracán Dora, que batió récords, a cientos de kilómetros de distancia. Compara el relato bíblico después de los 40 días de lluvia con algunos datos interesantes que cita Wikipedia en relación con los 40 días después de que comenzara la línea de tiempo del fin de los tiempos:

Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas. Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida. (Génesis 8:1-2)

Para el 6 de agosto, el Servicio Meteorológico Nacional identificó una región de aire muy seco que llegaba del Pacífico Oriental, inhibiendo en gran medida el potencial de precipitaciones [al igual que se restringió, o inhibió, la lluvia del diluvio de Noé]. Una prominente inversión descendente forzó aún más la estabilización de la atmósfera, lo que provocó ráfagas de viento y condiciones muy secas entre el 7 y el 8 de agosto. A medida que avanzaba el día, la formación de crestas en capas profundas combinada con el gradiente de presión existente creó ráfagas de viento muy fuertes y provocó que los niveles de humedad estuvieran muy por debajo de lo normal. Se esperaba que la capa mencionada sólo reforzara la aceleración del viento debido a las características del terreno cerca de las islas. [Traducido]

El mismo día (6 de agosto), el papa clausuró su Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, en la que se realizó un seguimiento de la huella de carbono de cada uno de los 1.5 millones de participantes, a los que se pidió que registraran sus actividades, consumo de alimentos, etc., en lo que fue una prueba piloto del Vaticano para recopilar datos con vistas a una puntuación social al estilo chino. Próximamente en el Nuevo Orden Mundial.

En su conferencia de prensa en pleno vuelo de regreso a Roma, el papa reiteró su postura de “quién soy yo para juzgar”, diciendo que la Iglesia está abierta a la comunidad LGBT, dando más credibilidad a la noción de que estos abominables estilos de vida son el resultado de identidades dentro de la variación natural de lo que nos hace humanos. Pero si fuera cierto que algunas personas se identifican inevitablemente con inclinaciones perversas, entonces se cuestiona la justicia de Dios al condenar la práctica de esas inclinaciones como abominables,^[14] cuando son un aspecto legítimo e inmutable del propio ser. Debemos entender que a través de Jesús tenemos libertad de todo pecado, e incluso si el pecado generacional nos ha llevado a nacer con una genética que nos empuja a la abominación, no debemos reconocer esa tendencia como una parte legítima de nuestra identidad, sino como un defecto de la carne que debe ser vencido (es decir, subordinado a principios superiores) en el poder de la sangre de Cristo. La identidad del cristiano se define por nuestra fe en Cristo, y cuando miramos a Su ejemplo puro, no nos identificaremos según ningún modelo defectuoso, sino con Él. Así podemos vencer incluso las tendencias hereditarias al mal.

El Señor señala así un error popular fundamental que está empujando a muchos en el tren rápido hacia la perdición, porque se les ha enseñado que Jesús no es lo suficientemente poderoso como para cambiar su identidad. Sin embargo, ¡esta es la esencia misma del Evangelio! Tomamos una nueva identidad—la que Cristo nos ofrece por fe en Su muerte sacrificial y resurrección—porque la antigua está corrompida. Este poderoso mensaje de justificación por la fe se resume en la imagen de la señal del Hijo del hombre.

Los restantes hitos de la línea de tiempo de Noé que deben aplicarse son en su mayoría de la historia de la liberación de las aves, y todos caen en el futuro. Por lo tanto, aún no podemos evaluar qué acontecimientos terrenales pueden corresponder. Sin embargo, ¡el Señor no nos ha dejado sin notables confirmaciones celestiales! Fíjate en la señal del Hijo del hombre del 6 de agosto, por ejemplo, y verás que es el único día en que el cometa E3 marca la línea de constelación de la pata del perro, sugiriendo una conexión con los que están fuera de la ciudad:

Mas los perros estarán fuera [de la Ciudad Santa], y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira. (Apocalipsis 22:15)

Esta odiosa lista encabezada por el representante celestial (el perro, Can Mayor), incluye a todos aquellos que participan en aquello por lo que el mundo va a ser destruido. Los hechiceros (G5333: pharmakos; “un farmacéutico”, o en este caso, “farmacéuticos”) se refieren a los vendedores de vacunas, los fornicarios a las hordas woke, los homicidas a los abortistas, los idólatras a muchos que literalmente adoran ídolos o cuyos ídolos son las tecnologías, etc., a las que nos hemos acostumbrado. Los propios perros incluyen a los no cristianos, al igual que los emigrantes que están siendo decisivos en la destrucción de Occidente. El Señor está poniendo el dedo en la apostasía por la que el mundo está siendo destruido. No es por las elevadas emisiones de carbono. Es por la grave contaminación del pecado que el mundo está en llamas. A menos que se arrepientan, los de este grupo serán consumidos en el lago de fuego.

Cuando volvemos nuestra atención al momento de la liberación de las aves del arca en el tiempo de Noé, ¡encontramos una asombrosa confirmación paralela en los cielos! El momento en que Noé abrió la ventana del arca corresponde al 3 de enero de 2024. A partir de este momento y a lo largo de las pruebas aviares semanales, dirigimos nuestra atención a la trayectoria del cometa E3:

En el momento correspondiente a la apertura de la ventana, el cometa E3 (retículo rojo) se encuentra en la constelación de Reticulum cerca de la trayectoria exterior del cometa BB (marcado en verde). Un retículo es un ocular para un dispositivo óptico como un telescopio o un microscopio, con retículos o una red de líneas finas para medir. Por tanto, resulta apropiado que la secuencia de pruebas a través de la ventana abierta del arca comenzara en esta constelación.

La primera prueba aviar fue el envío del cuervo la semana siguiente.

No hay mucha diferencia en la escena, al igual que no hay mucha descripción entre la apertura de la ventana por Noé y la liberación del cuervo. Pero cuando llegamos al siguiente paso, vemos un contraste:

Esta escena muestra la posición del cometa E3 correspondiente al momento en que la paloma es enviada por primera vez. Observa que en la imagen arriba, el cometa E3 ha cruzado ahora el borde hacia el Horologium. Esto sugiere que se trata de un ave diferente. No sólo eso, sino que una paloma representa al Espíritu Santo, que es el Espíritu de Cristo, que está representado en el Horologium. Si el momento fuera un poco diferente, el cuervo negro seria asociado erróneamente con el Horologium, o el envío de la paloma se solaparía con ambas constelaciones.

La segunda vez que se envía la paloma es especialmente notable:

El cometa E3 cruza directamente en la esfera del reloj en el momento correspondiente a cuando la paloma fue soltada por segunda vez y regresó con la hoja de olivo. La esfera del reloj ha demostrado ser una frontera muy significativa.

La señal del Hijo del hombre comenzó cuando el cometa K2 cruzó fuera de este límite (línea azul en la imagen), como significando la salida del Señor de Su lugar. Cuando el cometa BB cruzó ese límite en 2021, hubo un eclipse solar anular que ya prefiguraba la señal del Hijo del hombre, y también sugería la retribución venidera contra los líderes de las naciones del G20, que entonces estaban acordando una campaña para “vacunar al mundo” para alejar a la gente de la lealtad a su Creador. Y el cometa BB salió de la esfera del reloj precisamente el 27 de mayo de 2023—el aniversario de la resurrección de Jesús y marcando el comienzo del año de los redimidos^[15] hasta que Jesús resucitara a los justos muertos de todas las edades exactamente un año después.

Ahora, vemos que el mismo día en que el cometa E3 cruza ese límite corresponde a cuando la paloma trajo de vuelta una hoja de olivo. ¿Y por qué una hoja de olivo? Porque el Horologium es uno de los dos testigos que da su aceite espiritual, ¡y están ilustrados bíblicamente como olivos! No sólo eso, sino que observa que el cometa E3 cruzó sobre la línea del cuarto bucle del cometa BB, que representa las hojas del árbol, al igual que la paloma cortó una hoja y se la llevó de vuelta a Noé (incluso como se representa en la constelación de Columba en el centro de la señal del Hijo del hombre). Dios parece no tener límite para Sus maravillas.

La última vez que Noé envía la paloma corresponde a la siguiente escena:

Esta vez, no hay nada más delante del cometa E3. La paloma sale y encuentra descanso. Tal vez el número IV sobre el que se encuentra signifique ese descanso por su relación con el cuarto mandamiento.^[16] 

La porción preparada de maná celestial apunta todavía a varios meses más allá de este punto, un tiempo que seguramente será un tiempo de prueba con la tierra inundada por los ardientes juicios de Dios. Pero con un Dios que prepara de esa manera los cielos para proporcionar un faro de estabilidad en este mundo caótico, puedes confiarle con seguridad cada preocupación de tu vida. Súbete al arca celestial eligiendo creer en la evidencia que Él te ha proporcionado, y Él no te soltará de Su asidero, no importa cuán atribulado y agitado pueda volverse el mundo a tu alrededor. Él ha prometido llevarnos con seguridad hasta que desembarquemos en la nueva tierra y participemos de las alegrías eternas de Su Creación.

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios [en Orión], para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. (1 Pedro 5:6-7)

Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación [la señal del Hijo del hombre], no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. (Salmos 91:7-10)